Cine
La semilla del fruto sagrado: Un reflejo crudo de la opresión femenina en Irán
El filme de origen iraní, obtuvo nominación al Oscar a Mejor Película Internacional, entre otros.
Este tipo de películas nos hace valorar y agradecer haber nacido en Occidente. En un mundo dividido por fronteras e ideologías partidistas, La semilla del fruto sagrado nos muestra la desgarradora realidad que enfrentan las mujeres de Medio Oriente, una realidad que pesa hasta al interior de las familias.
La película se convierte en una representación de la lucha por la libertad, no solo de un pueblo, sino de un género oprimido, enfrentándose a las injusticias tanto dentro como fuera del hogar.
La semilla del fruto sagrado nos confronta con la dolorosa realidad que enfrentan las mujeres en el Medio Oriente.
Esta película se convierte en un reflejo de la lucha por la libertad y la equidad de género, explorando las injusticias que sufren las mujeres en aquella región, en los espacios público y privado.
El director iraní Mohammad Rasoulof, quien ha enfrentado la represión del régimen de su país por su trabajo, presenta una historia llena de tensión y paranoia que refleja la difícil realidad de las mujeres en Irán. La película, nominada a premios prestigiosos como el Oscar, Globos de Oro, BAFTA y Cannes, retrata la opresión política y social que impera en el país, centrándose en la figura de Iman, un juez de instrucción atrapado en la creciente desconfianza hacia su propia familia, mientras se desatan las protestas en Teherán.
Cuando Iman pierde su arma, comienza a sospechar que su esposa, Najmeh, y sus hijas, Rezvan y Sana, podrían estar involucradas en las manifestaciones. La paranoia y el miedo a perder el control lo llevan a imponer medidas draconianas en su hogar, fracturando los lazos familiares y exacerbando la represión, que en Irán afecta incluso la vida doméstica.
La película llega en un contexto crítico: las protestas de 2022, tras la muerte de Mahsa Amini, arrestada por no cumplir con las leyes del velo, se convirtieron en un símbolo mundial de la lucha de las mujeres iraníes. El filme sagrado no refleja estos eventos directamente, pero sí aborda las mismas tensiones y restricciones que las mujeres enfrentan en Irán.
Cárcel al director por realizar el filme
Rasoulof, quien fue condenado a 8 años de prisión por su labor artística y se vio obligado a huir del país, ha sido un defensor de sus colaboradores, quienes enfrentan acusaciones de “difundir inmoralidad y propaganda” contra el régimen. A través de su película, no solo pone de manifiesto la resistencia femenina, sino que también subraya la valentía de los miembros del equipo que arriesgaron todo para defender los derechos humanos y la libertad artística.
Aquí el tráiler
La película fue una de las sorpresas en Cannes en 2024, donde el cineasta llegó con parte del elenco. La semilla del fruto sagrado es más que una obra cinematográfica: es un acto de resistencia. Un recordatorio de las tensiones sociales y políticas que afectan a las mujeres en todo el mundo, y una llamada a la acción frente a la represión.